jueves, 8 de agosto de 2013

BUNKERS I (Estrecho quinto)

Dónde?                                      

Situados sobre la ladera de la zona conocida como Estrecho Quinto, forman junto a las trincheras localizadas en la parte alta, un conjunto defensivo de primer orden en el frente de Huesca durante la Guerra Civil.



Historia                                      

Las trincheras de Estrecho Quinto se conviertieron, para los sublevados fascistas de Huesca, en la barrera que debía impedir la llegada de las columnas Milicianas a la ciudad.



Pero el contínuo empuje de las milicias republicanas que vienen desde Cataluña es tan fuerte que terminan aislando en la zona a un pequeño reducto de soldados sublevados. La guarnición que la defendía aguantó hasta que se le agotaron los víveres y municiones, tras una tenaz resistencia, el 30 de Septiembre de 1936 retirándose de noche a la ciudad de Huesca, atravesando las líneas republicanas.

Así las fuerzas trotskistas del POUM que controlan las vecinas localidades de Tierz, Loporzano y Quicena, ocuparán las trincheras y fortificarán la zona construyendo estos búnkers a finales de 1936 por orden del coronel Villalba cuando se estabilizó el frente en torno a Huesca y Estrecho Quinto pasó a ser republicano.


Desde este momento el frente de Huesca se estabilizará y durante 20 largos meses la ciudad, aislada del exterior y sometida a constantes ataques y bombardeos, resistirá hasta su liberación definitiva el 25 de Marzo de 1938.

El ayuntamiento de Tierz y la Comarca de la Hoya de Huesca han recuperado parte del ramal de trinchera y han limpiado las entradas a cuevas y al fortín de la ametralladora. 


Contexto de los Búnkers                                      


El búnker forma parte de todo, un complejo de infraestructuras militares conformado por elementos similares en el inmediato Castillo de Montearagón y por la línea de trincheras del Saso (Loporzano y Tierz).



Desde estas posiciones se controlaba la carretera de Barbastro-Lérida, uno de los accesos más importantes a la ciudad de Huesca durante la guerra.



 
Tipología y estructura general                                       


Éstas estructuras se camuflaban en el terreno y eran construidos en hormigón. Contaban con planta semicircular, uno o dos accesos y aspilleras abiertas en sus muros que servían para orientar los disparos y vigilar. 



Los Búnkers de estrecho quinto                                      

Éstas dos estructuras se encuentran separadas por escasos metros, pero son diferentes. Ambos son descubiertos y con troneras de hormigón.


El primero -y más pequeño- constituye una posición aislada en lo alto de una loma, no dispone de entrada alguna y cuenta con tres aspilleras desde las que disparar.





Búnker pequeño, vista elevada

El búnker de tres aspilleras
Visión de una de las aspilleras


En el caso del segundo, de tamaño mucho más grande, cuenta con un cartel informativo y una sola entrada a la estructura. Su planta incorpora una curiosa forma de U además de contar con cinco aspilleras que apuntan hacia la carretera, en el estrecho quinto. Se trata de un nido de ametralladora con buena entrada de cemento y pasadizo de obra que conducía al fortín. Los arcos enterrados nos dicen que en éste lugar se construyó una galería subterránea.


Vista lejana

Entrada al búnker

Vista interior desde el umbral

El búnker incrustado en la roca

Interior; cinco aspilleras

Vista elevada planta interior en 'U'


Estado actual                                      

Al contrario que la línea de trincheras los Bunkers están algo desatendidos y alejados. 

De los dos, sólo el más grande está parcialmente acondicionado y es realmente accesible contando además con un cartel informativo.


Un cartel de dirección en lo alto del saso y otro en el acceso desde el pueblo indican vagamente la localización de ambos Búnkers.  

 


Cómo llegar                                      

Ésta es una localización un tanto peculiar y no tan fácilmente accesible como otras huellas de la guerra.

Podemos optar por dos rutas alternativas:

1. Accediendo desde Tierz

Atravesando la N-240 y desviándonos hacia Tierz bien antes de entrar en Huesca o nada más salir de la ciudad por la calle Ramón y Cajal.

En la rotonda de entrada al pueblo seguimos rectos por la Avenida Montearagón siguiendo por la Calle Afueras y luego por la calle Baja hasta que lleguemos a la plaza, dónde continuaremos por la calle Alta saliendo del pueblo de Tierz por el camino del cementerio y se continúa hasta un desvío justo antes de que empiece la subida por pista al saso de Tierz. 

Siguiendo las balizas con el símbolo de las huellas de la guerra se gana el saso por una senda de fuerte pendiente en alguno de sus tramos. Una vez en lo alto un poste nos indica la senda a seguir, paralela al límite del saso. 

Se pasa por un primer mirador explicativo de la zona de Estrecho Quinto y junto a él se encuentran ya las trincheras recientemente restauradas.

Tras ellas se sigue hasta el segundo mirador, en este caso, explicativo de La Hoya de Huesca y en seguida se llega a otro desvío a mano izquierda que en bajada lleva a pasar por nuestros ansiado primer Búnker y al desvío al segundo búnker. 
Tras visitarlo se regresa por el mismo camino hasta el cruce y se continúa ya por pista hasta el inicio de nuestra ruta, el pueblo de Tierz.






2. Accediendo desde la cruz de estrecho quinto

Avanzamos por la N-240 hasta la altura del estrecho quinto y dejamos aparcado el vehículo que nos transporta en el lugar que señala la imagen que aparece tras éstas líneas.


Accedemos hasta la cruz de estrecho quinto, siguiendo el sendero hasta llegar a los señaladores que indican los distintos caminos a seguir.




 
Nos adentraremos por uno de ellos, el que nos anúncia los Búnkers.









Bibliografía